martes, 25 de agosto de 2009

La taza de café.

Me agrada compartir horas con mi abuela aunque me cueste admitirlo en voz alta.
Es una mujer que me ha enseñado a ser mujer, le debo tanto a pesar de muchas circunstancias adversas.
Es bueno saber que puedo compartir momentos con ella a pesar de ciertas ausencias.
A veces solemos meter la pata creo que hoy lo hice y hablé de más, sin querer le ocasioné otra decepción, suelo decir la verdad facilmente y ser bastante impulsiva (hoy fue un día de esos).

Tengo una taza de Jack's Mannequin (mi banda favorita), me la hizo mi hermano y cada día se despinta pero aún puedo observar la ballena celeste y el lila clarísimo alrededor.
Dicen que el café es bueno para el dolor de cabeza, que te ayuda a perder el apetito, etc, opiniones que oscilan entre verdades y mitos.
Yo lo utilizo para el frío, para combinar con galletas bañadas en chocolate (es un vicio), para ahogar mis tristezas, mis insomnios, intentar mantenerme despierta en horas laborales o de clase.
Pongo mi taza de café al lado de la pc, en la mesa de comedor, en la de la cocina o en algún lugar de mi cuarto.
Hoy intenté temperar mis manos con ella y olvidar mis impulsividades (con ubicaina incluida).

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